Hace unos días, el Parlament balear ha aprobado la Ley de creación del registro de transparencia y control del patrimonio y de las actividades de los cargos públicos de Baleares, que impulsa el PP, y que supone cerrar, en seis meses, la hasta ahora Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción creada en 2016 dependiente del Parlament, y cesar, de inmediato, al hasta ahora su director, Tòfol Milan.
La nueva norma contempla que las declaraciones de patrimonio y actividades de los altos cargos pasarán a ser parcialmente confidenciales y que las denuncias no podrán presentarse amparándose en el anonimato. Y que un ente dependiente de la Conselleria de Presidencia, la Inspección de Servicios, custodiará los expedientes que están en tramitación.
El PP asegura que hasta ahora se utilizaban "casos de corrupción de hace muchos años" para atacarles y han llegado a denominar al ente "oficina socialista de persecución de la oposición". La exposición de motivos de la ley aprobada dice que se elimina la oficina anticorrupción por “duplicidad de competencias” y para buscar “una administración moderna y eficiente”.
Se calcula que los expedientes actualmente en manos de la Oficina son unos 200.
En Maldita Hemeroteca leemos que la nueva norma:
• Deroga la ley de 2016, que suprime la Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción.
• Se crea el Registro de Transparencia y Control del Patrimonio, que almacenará todas las declaraciones de bienes de cargos públicos baleares, pero que a diferencia de la Oficina de Prevención, no serán accesibles al público: sólo podrán consultarlos los órganos judiciales, la Sindicatura de Cuentas y el Parlamento balear.
• Elimina las sanciones que establecía la ley de 2016, que iban desde los hasta 1.000 euros por las más leves hasta los 100.000 euros de las sanciones más graves.
• Deriva todos los expedientes abiertos de la oficina anticorrupción a la Inspección General de Servicios de Illes Balears, dependiente del gobierno autonómico.
El hasta ahora director, con el que tuve la suerte de coincidir profesionalmente hace muchos años, ha valorado en una entrevista en la Cadena SER que, a su juicio, la eliminación de la oficina anticorrupción supone “un retroceso”: “Las oficinas anticorrupción somos incómodas. Todas, no solo la de Baleares. Está claro que a nadie le gusta que entren en su casa a ver lo que ha pasado después de una denuncia. Esto es un retroceso. Es ir en contra de lo marcan los tiempos”.
https://maldita.es/malditateexplica/20240327/cierre-oficina-anticorrupcion-baleares/
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