innovación pública 2030

  ¿Estamos irremediablemente abocados, en una época de malas noticias, a soportar el catastrofismo mediático y a convivir con la crispación política? En un artículo que publica el diario EL PAIS [1] Álex Martínez Roig se pregunta si la realidad es “tan apocalíptica como, en ocasiones, se nos traslada desde medios y redes” y si “deberían recibir algo más de luz algunos elementos que invitan a la esperanza” y se contesta con argumentos sólidos y con datos, como los relativos a la prevalencia de la carga emocional en los titulares, o el éxito de una empresa que vende búnkeres “de bajo coste en barrios humildes”. Nos propone reflexionar sobre la contradicción que señalan algunos datos del CIS cuando los encuestados “consideran la situación económica española mala (43%) o muy mala (26,6%) ” y cuando la pregunta se refiere a su situación económica personal sólo un 19,7% la califica como mala ”, y un 19,9% la define como buena para el conjunto frente a un 59,1% que la califica como bu

 Estoy seguro de que esto que voy a escribir no es nada original pero, por si acaso, me parece interesante compartir que podríamos pensar en replantear el diseño de ese día del  12 de octubre, reorientándolo hacia una verdadera fiesta de todo el Estado español, con un par de propuestas , de entrada. Por un lado, me parecen tan relevantes como símbolos del Estado las policías locales y autonómicas -  continuando en el campo de servicios públicos armados - como el Ejército. Y tan oportunos en ese día los diferentes cuerpos de bomberos y las unidades de rescate y salvamento territoriales , como la UME. Y tan evocadores, en estos tiempos de cambio climático, las y los funcionarios de los parques , las reservas , y los espacios protegidos ., como cualquier otro colectivo. Pero, puestos a ensanchar ampliamente, a mi parecer, deberían tener un papel relevante ese día, desde luego, ámbitos de servicios públicos como la Sanidad Pública,  una de las mejores del mundo, no solo por su ejempl

 ¿Es posible pensar en un acto central de la Fiesta Nacional - presencia de los reyes, altas autoridades, invitados relevantes de la sociedad, etc...- en el que no quepa que, tradicionalmente,  y por lo tanto, hagan lo que hagan en su desempeño, un grupo de personas insulte, en ocasiones como esta gravemente, a los presidentes de gobierno progresistas? ¿Cómo pueden acceder, siempre, el mismo perfil de personas insultantes hasta esos lugares cercanos a la presidencia del acto? ¿Porqué en un desfile que pretende ser un lugar de encuentro, entre las diferentes fuerzas - desde la aviación, la caballería, hasta la Unidad Militar de Emergencias, por ejemplo - y entre los ejércitos y la ciudadanía, siempre ha de haber un grupo extremo , obcecado en deslucirlo, cuando en el gobierno están personas a las que ellas  no han votado? ¿Se merecen esos mas de 4.000 hombres y mujeres que han estado preparándose durante muchísimo tiempo ser los auténticos protagonistas del día en los telediarios? ¡Teng

 A sus diez años de vida, elDiario.es impulsa la creación de un estatuto al que han invitado a participar a sus personas asociadas. "No es solo un código deontológico, aunque sí definirá nuestra línea editorial. Es algo más. Queremos poner por escrito las normas que regirán el presente y el futuro de elDiario.es. Los derechos y obligaciones de nuestros periodistas. Nuestros protocolos internos y controles para no desviarnos de nuestra misión. Y, lo más importante: los derechos de nuestros socios y socias." Ignacio Escolar ha elaborado el primer borrador y defiende que este proceso que inician es muy singular en el mundo, por ejemplo, porque incluye límites a la inversión publicitaria, o que se someta el nombramiento de su dirección a una votación vinculante entre su comunidad. Una encuesta a las personas asociadas permitirá pasar del primer al segundo borrador, que redactará una comisión y que se deberá aprobar por votación con un papel decisivo de la redacción y de las perso

 Hay un partido político que ha decidido no escuchar a las instituciones internacionales que saben de economía y que recomiendan fortalecer los sistemas de financiación de los Estados manteniendo un sistema justo de impuestos en el que, naturalmente, han de aportar más los que más tienen y, en la medida de lo posible, ayude a los menos favorecidos, con servicios públicos bien dotados, modernos y universales. Podría referirme al partido de la lideresa británica Liz Truss que, nada más llegar, tirando de manual – antiguo y contradictorio, extremo – ha reducido drásticamente impuestos y ha producido el hundimiento de la libra y de la economía en el Reino Unido. “Cada libra que tomamos de alguien es una libra que esa persona podría gastar en el futuro o ahora”. Así ha justificado Truss su reducción de impuestos a todas las rentas, incluidas las más altas, a las que ha bajado del 45% al 40% el tipo máximo fiscal para los ingresos superiores a 150.000 libras. Es una idea habitual en l