El Pacte del Consell de Mallorca, el preludio del Primer Pacte de Progrés del Govern de les Illes Balears
En estas fechas se cumplen 25 años del Primer Pacte de Progrés del Govern de les Illes Balears presidido por el socialista Francesc Antich, del Partit Socialista de les Illes Balears, en acuerdo con el Partit Socialista de Mallorca, y Esquerra Unida de les Illes Balears - Els Verds de Mallorca.
Ese gobierno fue fruto de un conjunto de resultados
electorales y de experiencias previas entre las que cabe señalar la del Pacte
del Consell de Mallorca que, aunque presidido por la dirigente de Unio
Mallorquina, Maria Antonia Munar, tuvo como uno de los vicepresidentes al
socialista Francesc Triay y a consellers tan emblemáticos como Andreu Crespí, Xisco Quetglas y el
propio Frances Antich, por parte de los socialistas, y Pere Sampol, por
parte del Partit Nacionalista de Mallorca (PSM), y Eberhard Groske por Esquerra Unida de les
Illes Balears.
En esos años tuve la enorme suerte de que Francesc Triay me
pidiera que colaborara con él, codirigiendo el primer Plan de Modernización
del Consell de Mallorca - en equipo con el responsable de Recursos Humanos
de la institución - todo un reto personal ya que llevaba muy pocos meses
viviendo y trabajando en Mallorca y mi conocimiento del catalán era muy escaso,
aunque recibía clases desde el primer día de mi llegada a la isla, cuando estaba
destinado en la Delegación del Gobierno de España en Illes Balears. También fue
un gran reto ese mi primer trabajo en una entidad local, supralocal, en este
caso, destino en el que se trabaja codo con codo con representantes políticos,
de un modo mucho más intenso que en el caso de las Comunidades Autónomas,
experiencia que sí había tenido en la Junta de Castilla-La Mancha cuando estuve
destinado en el Palacio de Fuensalida, siendo presidente Jose Bono.
El encargo estaba muy en línea con mi trabajo de pocos
años antes, en el ministerio del Interior, donde dirigí dos de los
proyectos de Modernización de la Administración General del Estado, desde mi
puesto de subdirector general de Atención al Ciudadano.
Triay también confió en mi para encargarme que convirtiera
el documento del Pacte y sus acuerdos, en un plan que permitiera
realizar un seguimiento y que fuera evaluable, tarea que compartí con el
que después- y hasta la fecha - fuera senador Cosme Bonet. Y desde ese encargo
y perspectiva, acudía a las reuniones de seguimiento del Pacte,
oportunidad única para conocer las dificultades que aparecían entre partidos y
personalidades tan diferentes y las soluciones que se iban encontrando para
avanzar.
Muy relevante fueron las jornadas técnicas que mantuvimos
con la Diputación de Barcelona y con expertos es gestión pública local para
encontrar referencias prácticas y académicas para reforzar las propias.
Ya en el Pacte presidido por Antich de 2007 al 2011, siendo
conseller de Presidencia Albert Moragues, también participé en aquel gobierno como
director de Calidad de los Servicios, oportunidad extraordinaria para poner las
bases para impulsar cambios radicales a futuro, como el impulso y la aprobación
de la Ley 4/2011 de 31 de marzo[1]
de la Buena Administración y el Buen Gobierno, o la experimentación con todo,
como la evaluación de políticas públicas por parte de la ciudadanía.
(Eberhard Groske, siempre empático y generoso, me regaló un
dibujo que conservo en mi mesa de trabajo desde entonces y que ahora publico
aquí)
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