Siempre me ha parecido que los primeros días de septiembre son un buen momento para comenzar algo sencillo como leer un libro, aunque – o precisamente por ello – este contenga todos los elementos para iniciar un apasionante camino, como es el de la transformación de un gobierno local. Un camino en el que, como diría la Reina Roja a Alicia en el país de las Maravillas, "hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Y, si se quiere llegar a otra parte, hay que correr, por lo menos, dos veces más rápido".
“La Tercera Nueva
Gestión Pública en las Administraciones locales en la década de los 2030”[1]
– o 3raNGP AALL 2030 - es un encargo del Centro de Estudios Municipales y de
Cooperación Internacional (CEMCI), agencia pública de la Diputación de
Granada, dirigido por Alicia Solana, que me llegó como un regalo tras décadas
dedicadas al cambio, a la modernización, a la Calidad, a la innovación… en los cinco niveles de las Administraciones:
el estatal, en los servicios centrales de Trabajo e Interior y en sus
periféricos de la Delegación del Gobierno en Illes Balears; el autonómico, en los
gobiernos de Castilla-La Mancha e Illes Balears; y en los local y supralocal, del
Ajuntament de Calviá y el Consell Insular de Mallorca.
He de recordar ahora a
Manolo Serrano, el líder de las mágicas JOMCAL, que me animó, en uno de los
encuentros malagueños de su Jardín Botánico Histórico, rodeados de plantas de
clima subtropical, a dinamizar un debate sobre la Segunda Nueva Gestión Pública,
en el 2016, intentando definir un espacio de evolución de aquella Primera que
nos quedaba lejano temporal y culturalmente. Y tras semanas de elucubraciones en
redes, mantuvimos un provechoso debate en el Palacio de Ferias y Congresos, que
dio lugar a un útil y evocador conjunto de ideas de transformación pública. Y
de nuevo, hace poco, me retó a actualizar aquellas posiciones, preludio de lo
que sería el libro del CEMCI que nos ocupa.
Como siempre que escribo sobre estos
temas, pienso en las personas electas que ambicionan transformar el
gobierno local que dirigen, en una organización francamente orientada a la
ciudadanía, abierta y próxima, que aspira a escuchar cada vez más a sus
entornos y ofrecer respuestas adecuadas a sus necesidades. Desde luego, en sus equipos inmediatos,
en las personas directivas de todo tipo, que asumen retos concretos, de
dirección de políticas o de unidades, con la responsabilidad de encontrar las
mejores soluciones e involucrar a sus colaboradores en la magnífica tarea del
servicio público. Pienso también en las personas técnicas, que tienen la
responsabilidad de sacar el mejor partido de los recursos que tienen asignados,
y aceptan el reto de gestionar un Cambio a mejor, de un modo sistemático,
sostenido e innovador. Y en general, en las personas empleadas públicas,
que aspiran a un desempeño digno y profesional, a trabajar para sus personas
convecinas de un modo eficaz, sin conformarse con resultados aceptables. Pero, sobre
todo pienso, continuamente, en la ciudadanía, porque son los auténticos
protagonistas de esta película de gran formato que tiene como argumento la
Mejora de la Calidad de Vida.
Los nuevos retos sociales,
medioambientales, educativos… se plantean con una tremenda contundencia en los
proveedores más próximos de servicios públicos, en los ayuntamientos y los
gobiernos locales en general, para los que la exigencia de entender mejor
qué necesita la ciudadanía y de encontrar respuestas adecuadas, va de la mano
de la de administrar recursos escasos y por ello con la de ser altamente
eficaces y eficientes.
Cada realidad, cada situación, reclama
análisis muy pormenorizados y soluciones ad hoc. De igual modo, o
espacialmente, cuando hablamos de 3raNGP. La necesidad de respuestas locales
y personalizadas sigue siendo verdad – o espacialmente verdad - en la era de la
globalización BANI[2].
Tal vez sea ahora más verdad que nunca. La función de un libro como este, ha de
tener la vocación de establecer, al menos, abanicos de propuestas que
poder adaptar o situar, después, en cada contexto.
Estoy convencido de que el Cambio
ya no es una opción, sino una manera de encarar el futuro – casi el
presente de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
con sus propuestas y sus dinámicas estimuladoras - con suficiente rigor.
Porque
las respuestas públicas seguirán siendo imprescindibles tanto a nivel
de los gobiernos, como en el de los sistemas organizativos de sus AAPP,
eso sí, sin olvidar que lo que afirma Carles
Ramió en una entrada en el blog de espublico (…) para las
universidades públicas – “suelen sentirse invulnerables e
inmortales al formar parte del entramado institucional público aparentemente
inalterable” – es de aplicación al resto de organismos y de actores
públicos.
Sólo 10
años después del mejor de la Historia - fuentes acreditadas aseguran que 2013
fue el mejor año de la Humanidad - pero
tras la gran pandemia de la COVID 19 y la invasión de Ucrania por
Rusia en 2022, estoy convencido de que los servicios públicos están siendo y
serán esenciales con paradigmas de gestión que integraran la tecnología, la
excelencia, la innovación y los valores. Y la Dirección Pública Profesional,
por la que tanto estamos apostando.
Esta y las
siguientes entradas señaladas con un número entre paréntesis – esta es la 1/17 –
intentarán estimular la lectura de “La Tercera Nueva Gestión Pública en las
Administraciones locales en la década de los 2030” – libro en el que ha colaborado
Rodrigo Martín, empleado público local, actualmente presidente de la ADPP, en
sus capítulos sobre Personas y Tecnología- un conjunto de propuestas que pueden ser
muy útiles para los gobiernos locales que inician mandato.
[1] https://www.cemci.org/publicaciones/la-tercera-nueva-gestion-publica-de-las-administraciones-locales-en-la-decada-2030-619
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