Bienvenido, dos mil veintidós, querido año nuevo!!. Nunca como hasta ahora había puesto tanta esperanza en ese conjunto de días que conformáis los años, cada año.
Sabes que, lo que os caracteriza y explica
vuestra existencia, vuestra precisión y rigor, me han parecido casi siempre demasiado
exageradas, y que he fantaseado con que los años os animarais a hacer más largos
algunos días – los dedicados a la solidaridad y a la igualdad
- y más cortos otros - los del ensimismamiento - ; más anchas ciertas horas
– las de la escucha y el acompañamiento - y más estrechas determinadas -
las de la soledad - ; más grandes las semanas de proyectos
generosos y más pequeñas las de los especulativos; más intensos los meses
llenos de música y de poesía y mucho más leves los demás.
He soñado con quincenas éticas con
muchos más días, con densos minutos, los más risueños y muy
ligeros, los malhumorados… Me he mostrado partidario de que los trimestres
de más violencia - de cualquier tipo - tengan como mucho un sólo mes y enviar
los demás meses a aquellos trimestres en los que desaparezcan las hambrunas
y las dictaduras, y estirar lo más posible el semestre en el que pueda
haber más respeto, tolerancia y armonía, encogiendo el que pueda
generar más crispación o desigualdad.
En definitiva, vengo insistiendo, en mis
saludos y bienvenidas anuales, en un calendario variable, más atento a los
millones de parados de todo el mundo, en quienes están en riesgo de exclusión,
y en los que sufren, por cualquier causa.
Pero déjame, además, querido veintidós, que
esta vez barra un poco para casa, para nuestra casa común, que es la de los servicios
públicos, porque necesitamos para todo el personal que ha dado lo mejor –
incluso su propia salud – para combatir contra la pandemia, que te
conviertas en un año aliado a favor de su reconocimiento y profesionalidad.
Déjame que te pida que abras el mayor
número posible de ventanas temporales para facilitar que se priorice su estabilidad
y se mejoren sus condiciones. Si favoreces su situación – de personas de
enfermería y medicina, de emergencia y seguridad, de limpieza y transportes, de
gestión… y de tantos otros perfiles – por fin, pasarás a los anales de la
historia.
Sé que a veces te he enviado saludos para
Cronos pero esta vez, me atrevo también a enviártelos para Kairos.
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