Ir al contenido principal

Cinco años de creación del sistema de certificación de personas directivas públicas en España.

Ha hecho ya cinco años desde que se construyó el primer sistema de certificación de personas directivas en nuestro país, por iniciativa del entonces Comité para la Excelencia de la Dirección Pública (CExDiP) que más adelante generaría lo que hoy es la Asociación de Dirección Pública Profesional, de España (ADPP).

Aquel CExDiP, una red informal de cerca de 100 personas que defendían la necesidad de avanzar en la profesionalización de las personas que trabajaban en las organizaciones públicas dirigiendo equipos, planes, programas y proyectos, se propuso construir una herramienta para que las organizaciones más innovadoras pudieran recurrir a un instrumento externo e independiente para preseleccionar a sus personas directivas. La herramienta también permitiría que personas directivas, que quisieran contrastar sus capacidades y el nivel de sus competencias, pudieran hacerlo.

Asi que la herramienta se diseñó para ese doble uso, teniendo como referencia metodológica lo establecido por la Entidad Nacional de Acreditación y Certificación (ENAC)[1]  sobre la certificación de personas, basada en la norma UNE-EN ISO/IEC 17024, que persigue aportar confianza en la competencia de las personas para realizar determinadas actividades. En este contexto se entiende por "competencia" el conjunto de conocimientos, experiencia y habilidades requeridas y demostradas para el desarrollo eficaz de las tareas encomendadas.

De acuerdo con esta norma 17024, para poder certificar personas se debe desarrollar un Esquema de Certificación que contenga entre otros elementos: el perfil del puesto, los prerrequisitos (experiencia y formación), los requisitos (competencias y habilidades) y el diseño del examen para evaluar los requisitos. Con este Esquema, un organismo de certificación - también regulado en la citada norma - desarrolla el proceso de certificación, asegurando la total trazabilidad del proceso e independencia de los evaluadores. Un proceso de certificación voluntario para los profesionales, con el que obtienen así un reconocimiento formal de los conocimientos, habilidades o aptitudes de una tercera parte independiente.

Con este propósito y esta metodología se generó una alianza con una de las entidades de certificación de Personas de España, en este caso, el Centro de Registro y Certificación de Personas (CERPER), de la Asociación Española para la Calidad (AEC), que en todo momento supervisó y dio soporte técnico al Comité de los Esquemas de Certificación de Directivos Públicos Profesionales.

Este Comité trabajó mediante un sistema de panel y desde un documento base preparado por tres de los participantes[2], sintetizado de un trabajo anterior en torno al Esquema de Certificación de Categoría1, e inspirado en los modelos de Alta Dirección de los países y territorios más avanzados del mundo.

Los trabajos preparatorios comenzaron en el verano de 2014 y los del Comité tuvieron su inicio a finales de 2014, terminando en marzo de 2015. El Comité, estuvo compuesto por 27 personas, presidido por Javier Bustamante[3] y coordinado por Rodrigo Martin[4]. Ese Comité se constituyó con 5 grupos de interés:

       Instituciones Públicas: Integrado por Gobiernos y Administraciones públicas interesadas en el desarrollo de la Dirección Pública

       Organizaciones de Formación: interesadas en -o que desarrollen la - dirección de organizaciones públicas y/o empresas.

       Directivos Públicos Certificados/ Acreditados: Directivos Públicos que cuenten con una acreditación/ certificación externa de competencias.

       Expertos y Empleados Públicos: Personas que tienen conocimientos expertos de ámbitos de la función directiva.

       Sociedad Civil y Empleados Públicos Asociados: Asociaciones de consumidores, organizaciones de directivos públicos y otros.

 

Las Instituciones Públicas y las organizaciones de Formación que participaron fueron las siguientes:

Subdirecció General de Despeses de Personal. Departament d’Economia i Coneixement, Generalitat de Catalunya; Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz; Grupo Técnico de RRHH de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias); Ayuntamiento de Logroño; Ayuntamiento de Terrassa; Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón; Universidad de Vigo; Universidad Miguel Hernández y la Cámara de Comercio de Madrid

La experiencia y el conocimiento aportado por instituciones diferentes fue clave para consensuar una definición de perfil de directivo público común para los retos organizativos que se establecieron.

Los Esquemas también definieron los métodos de examen y pruebas que ponen de manifiesto la disponibilidad o no de las competencias requeridas. La determinación del orden, los tipos de prueba y los pesos de las mismas se diseñaron por meta-análisis. El estudio de los Sistemas de Selección de Altos Directivos de carácter profesional en otros países y organizaciones internacionales, indica un énfasis en las pruebas prácticas que tengan una alta fidelidad en relación con el desempeño en los puestos de trabajo. Así se defineron:

Examen tipo 1, Test situacional, Centro de Competencia, Bandeja de llegada, Caso práctico, Presentación del caso.

Examen tipo 2, Test Situacional, Centro de Competencia, Caso práctico, Ejercicio grupal de coordinación, Defensa oral, Entrevista conductual estructurada.

Finalmente, señalar que, aunque la certificación del SC/DPP no es un proceso selectivo propio de las Administraciones Públicas, su posible uso como pre-selección hace que resulte de sumo interés, y un reto a la vez, su comparación - en cuanto al diseño - mediante un estudio propio de validez del sistema de certificación en relación con la decisión de certificación que se realiza y la propia evaluación del desempeño a la que voluntariamente los DPP certificados, en sus puestos, se quieran someter.

Este sistema fue anterior al utilizado en España por la Agencia Española de Protección de Datos para la certificación de delegados de protección de datos https://www.aepd.es/es/derechos-y-deberes/cumple-tus-deberes/medidas-de-cumplimiento/delegado-de-proteccion-de-datos/certificacion

El proyecto puede ser de enorme interés para gobiernos y Administraciones de tamaño mediano que quieran dotarse de directivos públicos y que no puedan mantener sistemas propios de pre selección / certificación, pero también para los de gran territorio que quiera reducir gastos, entre otros de desplazamiento, a la hora de realizar las evaluaciones de sus directivos.

Mas información en:  https://drive.google.com/file/d/1xAD-xwxvnjRlO0nDTIHtlpykIhEk04lI/view?usp=sharing


[1] https://www.enac.es/quienes-somos/-que-es-enac-

[2] Bustamante, Javier; Monar, Fernando y Martín, Rodrigo.

[3] Bustamante, economista, entre otros muchos cargos ejercidos en los diferentes niveles de las Administraciones públicas, fue presidente de la empresa pública estatal SEGITUR.

[4] Martín, ingeniero de Telecomunicación, máster en Recursos Humanos, coordinó el Comité para la Excelencia de la Dirección Pública

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escrivá pone encima de la mesa una ambiciosa reforma de la Administración General del Estado

  Leemos en un documento del INAP [1] que el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Jose Luis Escrivá, ha propuesto   un consenso sobre la transformación de la Administración General del Estado (AGE) - y a rebufo al resto de Administraciones Públicas -    para fortalecer la captación de talento, evaluar mejor las políticas públicas y facilitar el acceso de la ciudadanía , expuesto en la Comisión de Hacienda y Función Pública del Congreso para conseguir que la Administración sea “más moderna e innovadora, mejor dotada de efectivos, que disponga de las herramientas tecnológicas que garanticen los derechos fundamentales de la ciudadanía, y con unos servicios públicos de calidad que sean más accesibles para todos”. La intención final es avanzar en los indicadores de buen gobierno, porque a pesar de la mejora de los últimos años “queda margen para seguir acercándose” a los países mejor posicionados, “los nórdicos, que es nuestra ambición”. Para cumplir ese obj

Liderar para transformar las organizaciones públicas (2/17)

Sabemos que no todas las personas que ocupan los niveles superiores de las Administraciones públicas, y por ello tienen la máxima responsabilidad en el impulso de su Transformación, incluyen en sus agendas estrategias de Cambio. En ocasiones hemos conocido personas - de extracción política o técnica-, que entienden la situación al estar en la cúspide jerárquica de una organización pública como una “no intervención”, de manera que su máxima aspiración se centra en que, durante su estancia en la institución, todo siga igual que antes , e incluso que continue igual después de su salida. Tanto en los colectivos político como en el técnico, hemos podido encontrar quienes consideran que “merecen” situarse durante una temporada en esos niveles relevantes sin pararse a pensar en si cuentan con la formación, las competencias y la experiencia necesaria para, por ejemplo, dirigir equipos. O si sus ideas y/o convicciones sobre integridad, eficacia y eficiencia, sobre participación, evaluación del

E-tray como enseña

Una de las banderas que me gusta izar, cuando se trata de zarpar para combatir la discriminación social y la ineficiencia de las periclitadas pruebas de selección de personas empleadas públicas en España, preferentemente basadas en la memoria, es la bandera de e-tray. “ Bandeja de entrada ”, e-tray, es una de las pruebas que utiliza la European Personnel Selection Office ( EPSO ). Antes de compartir [1] que es y para qué sirve la “bandeja electrónica” conviene recordar que EPSO, que dirige desde hace cerca de un año Minna Vuorio, ex directora del Consejo de la Unión Europea , está al servicio de las instituciones de la UE y “su función es facilitar unos procedimientos de selección eficientes, eficaces y de gran calidad, que permitan contratar a la persona adecuada , para el puesto de trabajo adecuado, en el momento adecuado”.   Da servicio a, entre otros, al Parlamento Europeo, el Consejo, la Comisión Europea, el Tribunal de Cuentas, el Servicio Europeo de Acción Exterior, el Com