En “DESAFÍOS DEL MODELO DE EMPLEO PÚBLICO TRAS LA CRISIS SANITARIA” [1] , Elisa Moreu Carbonell , Catedrática de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza, apunta lo que se viene diciendo desde muchos ángulos, ante la pasividad de cada uno de los gobiernos responsables de la selección de las personas funcionarias: “Entre otras medidas, se propone la especialización de los órganos de selección, la adaptación de las pruebas a las necesidades objetivas de los puestos de trabajo y la previsión del salto intergeneracional. La denuncia de que los sistemas de selección en el empleo público están obsoletos es ya recurrente: se valora la capacidad de memorizar puntos, comas, adverbios, apartados y epígrafes de los textos normativos. Para que las pruebas sean capaces de seleccionar talento habría que hacer una evaluación periódica de su idoneidad, y también hay que formar a personal capacitado para diseñar correctamente las pruebas de selección.” Su trabajo recoge también asunto
El blog de Fernando Monar. Un espacio para contribuir a la reflexión sobre la mejora del liderazgo público y a la transformación de nuestras Administraciones. (Y quien sabe si para algo menos formal de vez en cuando)