En estos días pasados hemos visto una de las iniciativas en el terreno de la política parlamentaria más positivas de esta legislatura: un grupo de diputados liderado por Roberto Uriarte, diputado por Vizcaya de Unidas Podemos, se ha propuesto frenar la escalada verbal y el clima de polarización que se respira principalmente en el Congreso de los Diputados.
Uriarte comenzó a preparar su idea el pasado
otoño en la cafetería del Congreso dispuesto a romper con una situación que sitúa
a España como uno de los países con mayor polarización, según un estudio
publicado por las universidades de Brown y Stanford, sin que la tendencia, por
otro lado, nos sea exclusiva, como vemos en Estados Unidos, últimamente.
María Guijarro del (PSOE), Sara
Jiménez de (Ciudadanos), Jon Iñárritu de (EH-Bildu), entre otros, algunos a
título particular, se reunieron con Uriarte para buscar fórmulas que permitan reflejar adecuadamente el acuerdo político, “como
resaltar el trabajo en las comisiones, más callado y carente de expresiones
preconfiguradas para los medios de comunicación”. En algunos medios se ha puesto
el ejemplo de la subida del SMI, que fue unánime.
El grupo se bautizó como el 'Club
del Cocodrilo' como homenaje al que impulsaron en los años ochenta varios
eurodiputados fundadores de la Unión Europea. Al principio contactaron solo con
los grandes grupos de la Cámara que tienen grupo propio.
"Es más fácil captar la
atención de las cámaras sobreactuando y usando palabras gruesas. Hoy un grupo
de diputadas y diputados queremos contarte otra parte de la verdad que igual es
menos conocida, y es que, en las comisiones, en las ponencias, se toman muchas
decisiones sin necesidad de votar, por asentimiento, otras se aprueban por
mayorías muy amplias, e incluso muchas veces por unanimidad".
El diputado vasco se encuentra ante una situación, que no es fruto
de la exaltación de algunos sino de concienzudas técnicas de comunicación
política que pretenden desestabilizar – a veces la acción de gobierno pero en
otras a la oposición, como hemos visto en el caso de Trump - y ralentizar iniciativas
legislativas. Incluso en otros casos tapar determinadas informaciones, como
las relacionadas con la lucha contra la corrupción. Ambas líneas cuenta con el
correspondiente y jugoso sustento de las terminales mediáticas de determinados
grupos de presión e, inexplicablemente, con algunos opinadores de medios tradicionalmente
rigurosos. Así que la tarea no le será nada sencilla, incluso contando con el respaldo
ciudadano que ha anunciado intentará buscar. Pero volveremos con más detalle sobre este extremo.
(07/01/2021. Ayer, tras redactar esta entrada, nos enterábamos de que seguidores de Donald Trump tomaban el Congreso de los USA para boicotear o impedir la proclamación del elegido demócrata Joe Biden. Twiter, Facebook e Instagram dejaron sin actividad las cuentas de Trump tras comprobar que no cejaba en su intento de seguir crispando con su relato imaginario. Horas después, dirigentes políticos españoles, expertos en el diseño y o el comentario de "nuevas realidades", banalizaban la incivil actuación de los asaltantes en Washington.)
https://www.abc.es/espana/abci-pp-y-borran-grupo-anticrispacion-congreso-202101012153_noticia.html
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