Ahora que leo que Nicolás [1] se fuè, todavía no hace un par de años, tomo conciencia de que le debía una carta para contestar, por ese medio, una suya de hace ya tiempo, a la que me adjuntó una de sus obras “ El canto del petirrojo ”. Cuando vivió en Toledo, estuvimos muy cerca en las ideas y en el territorio porque su casa y la nuestra estaban a cinco minutos por un sendero, tan solo separadas por un pequeño campo de olivos, en Bargas. De eso hace ya mas de 30 años. Entonces él y yo compartíamos la inquietud por escribir algo más que artículos o textos profesionales, yo de gestión, él de aprendizaje, algún relato, que diera cuerpo a nuestras historias, o a nuestros sueños… En las charlas de Anduriña salió el asunto muchas veces, junto con nuestra pasión por el mar. Entonces no había tantos móviles ni washap y cuando vinimos a vivir a Mallorca, perdimos el contacto con él. En cierto modo, nosotros conseguimos aquello sobre lo que conversábamos: compaginar un trabajo t...
El blog de Fernando Monar. Un espacio para contribuir a la reflexión sobre la mejora del liderazgo público y a la transformación de nuestras Administraciones. (Y quien sabe si para algo menos formal de vez en cuando)