La Feria del Libro a la que me refiero es la del Retiro. Hay otras muchas más en nuestro país, magníficas, pero no como aquella, la de Madrid y la de aquellos años, que es sobre la que quiero escribir unas líneas. Esa que se planta en la inmensa explanada a la que se accede desde Sainz de Baranda, donde vivimos cuando nació María. Había ido de niño con mi padre, amante de todo aquel recinto, especialmente de su Rosaleda. Luego volví como curioso / comprador accidental de libros. Y más tarde como profesional, cuando trabajé en Magisterio Español. La caseta de Magisterio era una de las grandes, pero no podía competir en público frente a las que tenían autores de fama que firmaban y dedicaban y seguidores dispuestos a hacer cola. Nuestros clientes eran profesores que generalmente conocían ya “el producto”, nuestros libros, y se acercaban prácticamente solo a saludar. Hacía mucho calor. Me encantaba el olor de los libros recién sacados de las cajas. Cada poco tiempo hacíamos un descans...
El blog de Fernando Monar. Un espacio para contribuir a la reflexión sobre la mejora del liderazgo público y a la transformación de nuestras Administraciones. (Y quien sabe si para algo menos formal de vez en cuando)