Hace poco mas de un año tuve la oportunidad de participar en el acto de entrega de los Premios Blas Infante de Estudio e Investigación sobre Administración y Gestión Pública en el Instituto Andaluz de Administración Pública, en Sevilla, con una intervención sobre "El liderazgo y la dirección pública en el escenario de la Administración 2030" y compartí con los alli presentes - magníficos profesionales y anfitriones - mis convicciones de que, de la vitalidad - de su composición, sus valores, etc. - de ese espacio en el que se desenvuelven políticos y directivos públicos, depende, en buena medida, la salud y el progreso de las democracias y los sistemas de gestión de las políticas públicas. Nada original, cierto, porque de eso han escrito con mucho éxito los profesores Ramió, Jiménez Asensio, Salvador, Lapuente...y lo que a mi me toca aportar, tan sólo, es la constatación de sus reflexiones sobre el terreno y la constante búsqueda de buenas prácticas y soluciones, en el dia a dia, para que la interacción de esas dos esferas sea lo mas fructífera posible. Sintetizando mucho diré ahora sólo dos cosas: que a lo largo de casi 30 años de impulsar y gestionar el cambio en muy distintas organizaciones públicas, éste, el cambio, solo ha sido interesante - fuerte, innovador, participado, transformador...- cuando se ha producido un liderazgo político que lo ha apoyado; y que, cuando ese viento se produce, desde el liderazgo técnico, se han de tener preparadas las velas, para ser desplegadas, y listo todo el resto del aparejo y los instrumentos de navegación - las herramientas de integridad, planificación, gestión de equipos, evaluación, innovación....en fin, las competencias y valores directivos...- para una navegación apasionante, para hacer posible la transformación. De todo ello, y de los avances de la Agenda 2030, irá este blog.
Leo en una entrada de la fundación COTEC que – casi textual - según datos del INE, la evolución de la inversión en I+D en España, correspondiente a 2023 creció por noveno año consecutivo, alcanzó la cifra récord de 22.400 millones de euros, creció un 15,8% respecto a 2022, la segunda mayor subida de la serie histórica (en 2006 creció un 15,9%). En cuanto a la mirada territorial, la inversión creció en todas las comunidades autónomas (en 15 a doble dígito, en 5 por encima del 20%, si bien, Madrid y Cataluña concentraron la mitad del crecimiento), y representó un 1,49% del PIB. Si se lograra mantener un ritmo similar de crecimiento los próximos cuatro años, se alcanzaría el 2,12% del PIB en 2027, objetivo marcado por la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación. Y creció un 16% tanto en el sector público (9.701 millones de euros, 0,65% del PIB) como en el sector privado (récord de 12.678 millones de euros, 0,85% del PIB). Eso sí, todo este crecimiento está estrechamen...
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