Algunas de las personas que colaboramos con entidades privadas no lucrativas que buscan impactos en la sociedad - asociaciones, fundaciones, ONGs, que para denominarlas podemos agruparlas como “del Tercer Sector” - y que, además, estamos vinculados a la gestión de organizaciones en general – por ejemplo, de organizaciones públicas -, venimos proponiendo que su funcionamiento, en general, se desarrolle, de un modo lo más integral posible.
Para conocer la opinión sobre la relevancia o el peso de estos elementos, se diseñó un cuestionario y se realizó una encuesta que trató de recoger si, en general, pensamos que las organizaciones del Tercer Sector deben incluir en su esquema de gestión, algunos o todos sus ítems.
Por ejemplo, en primer lugar, un enfoque sobre sus liderazgos: si se opinaba que estas entidades sí deben tener en cuenta asuntos sobre el desempeño de sus líderes, habría que señalar la casilla correspondiente. Siguiendo con ejemplos, si se creía que la gestión de las personas de la organización no es algo sobre lo que se debían posicionar, en el segundo apartado se podía poner una cruz en el no. Y así hasta el final.
Este fue el cuestionario que se pasó:
1 los liderazgos,
2 la gestión de las personas de la organización,
3 los tiempos, el diagnóstico, las herramientas y los sistemas,
4 la escucha a las personas,
5 la participación,
6 la planificación,
7 la innovación,
8 la comunicación,
9 la gobernanza y la cooperación,
10 la transparencia, el gobierno abierto y la confiabilidad,
11 la evaluación y la rendición de cuentas,
12 la integridad y los valores públicos,
13 la gestión del conocimiento en el fin y o cambio de funciones, o de mandato
14 la formación y el aprendizaje y
15 la gestión de la tecnología.
Todos los cuestionarios recibidos señalaron con un sí las 15 preguntas, salvo en dos ocasiones: una persona señaló un no en la 14 - la formación y el aprendizaje - y un blanco en la 15 - la gestión de la tecnología -, y otra persona un no en la 17.
Así, podemos decir que las personas que participaron apoyan masivamente la idea de que las entidades privadas no lucrativas que buscan impactos en la sociedad - asociaciones, fundaciones, ONGs…- cuenten en su funcionamiento, en general, con un buen elenco de elementos de gestión para que su desempeño se desarrolle de un modo lo más integral posible.
El Gobierno de España ha dado un importante paso al publicar, por fin, 17 años después de la publicación de la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público y su artículo 13, la Orden TDF/379/2024 [1] , de 26 de abril, para la regulación de especialidades de los procedimientos de provisión de puestos del personal directivo público profesional y las herramientas para su gestión [2] Con un Preámbulo en el que resalta que la figura de la DPP es “un elemento clave en la concepción de una Administración moderna orientada a la planificación, evaluación y control de las políticas públicas” (…) “actor protagonista llamado a impulsar y pilotar las actuaciones dirigidas a ejecutar las políticas públicas y a colaborar en la transformación hacia un empleo público altamente capacitado”, y refiriéndose al componente 11 sobre la modernización de las Administraciones públicas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y su hito número 148 sobre “la r...
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