Hay un partido político que ha decidido no escuchar a las instituciones internacionales que saben de economía y que recomiendan fortalecer los sistemas de financiación de los Estados manteniendo un sistema justo de impuestos en el que, naturalmente, han de aportar más los que más tienen y, en la medida de lo posible, ayude a los menos favorecidos, con servicios públicos bien dotados, modernos y universales.
Podría referirme al partido de la lideresa
británica Liz Truss que, nada más llegar, tirando de manual – antiguo y
contradictorio, extremo – ha reducido drásticamente impuestos y ha
producido el hundimiento de la libra y de la economía en el Reino Unido.
“Cada libra que tomamos de alguien es una
libra que esa persona podría gastar en el futuro o ahora”. Así ha justificado
Truss su reducción de impuestos a todas las rentas, incluidas las más altas, a
las que ha bajado del 45% al 40% el tipo máximo fiscal para los ingresos
superiores a 150.000 libras. Es una idea habitual en los conservadores
británicos, pero ahora ha sorprendido las dimensiones del recorte” https://www.eldiario.es/politica/ansia-reducir-impuestos-liz-truss-hunda-economia-britanica-dias_129_9583720.html
¿Os suena?
Eso sí, Truss cuando habla de “bajar los
impuestos” se refiere a los de todos, aunque sean un desastre su enfoque y los
efectos. Pero aquí, cuando se habla de bajar los impuestos a todos, naturalmente
no se refiere a todas las personas, sino que se refiere a rebajar algunos
impuestos a todos los más ricos. Y cuando el Gobierno del Estado
propone ayudar a quienes menos tienen mediante el incremento de algunos de
los impuestos de los muy ricos, alguien aquí se enfada y acusa, a la vez, de que
le copian el programa y de que se va a producir un dumping fiscal internacional
y que sus protegidos se irán a cotizar - no ellos, claro, que aquí se vive bastante bien - a países próximos.
Arrimar el hombro
en momentos difíciles, es lo que recomiendan desde el FMI y la UE, a quienes pueden
hacerlo, en marcos ficales progresivos. Es lo que debe facilitar un buen
conservador.
Así que bromas no, señores.
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